Gestionar una crisis en 5 pasos

En momentos complicados, puede ser difícil ver más allá. Es preciso saber cómo gestionar una crisis. Puede que te enfrentes a la necesidad de mantener a tus colaboradores, gestionar la productividad, proteger los ingresos, o las tres cosas a la vez; todo ello en un entorno que cambia constantemente. Pero a menudo, en las crisis, hay oportunidades. Como líder de tu empresa, la responsabilidad de aprovechar esa oportunidad recae primeramente en ti, así como también la responsabilidad de apoyar y liderar a tu equipo.

Necesitas un sistema. Los ejemplos de sistemas pensados para manejar una crisis están en todas partes. Tomemos el cuerpo humano, como ejemplo. Es un modelo asombroso de sistemas interconectados que entran en acción cuando una situación lo requiere, ya sea una descarga de adrenalina o un rápido despliegue de glóbulos blancos. Cuando ves tu empresa como una red interconectada de sistemas, también debería incluir respuestas tanto para los cambios positivos como para los negativos.

Puedes descargar e imprimir nuestra Guía gratuita de Àgora Coaching en la que aprenderás a gestionar una crisis de la manera más adecuada.

Estos son los cinco pasos que necesitas para crear un sistema de gestión de crisis para tu empresa, de tal modo que puedas seguir navegando en tiempos difíciles.

  1. Evaluar la situación actual.

Tómate un momento para hacer un balance de tu empresa, para que puedas ver lo que es cierto sobre ella en este momento, y no mañana.

En caso de crisis, necesitas claridad y perspectiva antes de tomar decisiones. La creación de unos sólidos cimientos te dará una imagen clara de cómo la crisis actual está afectando a tu empresa en este momento.

La clave es cuantificar los impactos relevantes. Imagina que observas a tu empresa desde fuera y registras lo que está pasando.

Revisa tus estados financieros actuales. Si no los tienes a mano, pídeselos a tu contable. ¿En qué se diferencian las cifras actuales, de las que esperabas o experimentabas antes de la crisis?

Revisa tu capacidad de productos o servicios. En el momento actual, ¿necesitas aumentar o disminuir la producción? ¿En qué medida? ¿Qué tipos de productos y servicios son los más necesarios?

Revisa la dimensión de tu equipo y estructura de personas. ¿Necesitas más o menos gente en este momento? ¿Qué impactos ha tenido esta crisis en la ocupación de los puestos que necesitas?

Revisa tus clientes. ¿Estás ganando o perdiendo clientes? ¿Ganando o perdiendo ventas? ¿Cuál puede ser la causa?

  1. Identifica lo que tu gente necesita.

Todos los días le pides a tus colaboradores que se preocupen por tu empresa tanto como tú, y este cuidado se desarrolla a medida que tú también te preocupas por ellos. En tiempos de crisis, es tu oportunidad para demostrarlo con diferentes acciones. Por ejemplo:

Simplemente pregúntate: ¿Cómo puedo guiar a mi gente a través de esta crisis?

Da a tus colaboradores un espacio para expresar sus preocupaciones, miedos y/o desafíos. Sé sensible en cuanto a hacerlo público, decide si procede que las personas se puedan apoyar mutuamente o es mejor mantenerlo en privado, para proteger las preocupaciones individuales.

Pregunta a tu equipo qué es lo que necesitan. Por ejemplo, ¿hay algo que podamos hacer para apoyaros?

Es fundamental reconocer que las personas pueden verse afectadas de manera diferente por los cambios que se producen (tampoco tienen porqué saber gestionar una crisis), es por ello por lo que las reacciones pueden ser diversas en función de las circunstancias individuales de cada uno.

Una vez que hayas pensado en lo que tus colaboradores pueden necesitar, tanto de su trabajo, como de ti, ya sea en términos tangibles (tiempo libre para cuidar a la familia), como intangibles (tener un ambiente de trabajo donde se sienta apoyo), desarrolla un plan de comunicación que recoja estos puntos. Este mensaje es igual de importante tanto si se requiere realizar un esfuerzo para mantener al equipo, como si se tiene que contratar nuevos colaboradores, cambiar el trabajo que hacen o dejarlos marchar.

Aquí tienes algunas preguntas para empezar:

¿Cómo te comunicarás con tu equipo y con qué frecuencia? ¿Debería ser en conversaciones individuales, reuniones de equipo o por correo electrónico? ¿Es diariamente, semanalmente o según sea necesario? ¿Es algo que solo procederá de tu parte, o necesitas preparar a los demás mandos para comunicar ciertas cosas también? ¡La consistencia construye la estabilidad!

¿Qué mensaje necesita escuchar tu equipo? Esto podría incluir tu perspectiva personal, instrucciones específicas, decisiones que hayas tomado o tomarás, etc.

¿Necesitas conocer alguna información por su parte para desarrollar tu plan?

  1. Descubre lo que tus clientes necesitan hoy.

Diseña una estrategia de comunicación honesta, que no solo sirva a tus clientes, sino que les dé una sensación de certeza, estabilidad y unidad cuando las cosas se sitúen fuera de control.

Dependiendo del tipo de crisis, tus clientes podrán tener alguna necesidad crítica o pueden precisar de algo diferente a lo que ofreces habitualmente. En este paso, revisarás tus diferentes mercados objetivo y los productos y servicios que ofreces. Comienza por responder a estas preguntas:

¿Has cambiado algo con respecto a lo que necesitan tus clientes?

¿Has cambiado algo con respecto a lo que deberías ofrecer?

¿Son estos cambios temporales? Si es así, ¿hasta cuando durarán?

¿Son estos cambios diferentes dependiendo de las diferentes demografías o tipos de mercado?

¿Hay otros mercados o servicios que deberías considerar y que estarías dispuesto a ofrecer rápidamente?  

A la luz de tus respuestas a estas preguntas, ¿qué tipo de comunicaciones necesitas realizar y cuándo? ¿Qué necesitas comunicar para ayudar a reducir las dudas, los temores, las lagunas de conocimientos, y para fomentar la toma de decisiones productivas respecto a tus clientes? Ponte en su lugar mientras piensas en cualquier cambio de producto o servicio que necesites hacer. Posteriormente desarrolla un plan de comunicación que trate esos cambios.

¿Cómo te comunicarás con sus clientes y con qué frecuencia?

¿Qué mensaje necesitan escuchar?

¿Qué medios o plataformas utilizarás para comunicarte con ellos? ¿Y cómo adaptarás tus mensajes para cada uno de ellos?

¿Qué necesitas saber de ellos?

  1. Imagina tu empresa después de la crisis.

Una crisis es un punto de inflexión. No importa qué camino tomes, considéralo una oportunidad para avanzar hacia algo mejor para ti y tu empresa. Esto significa que tienes que definir dónde quieres que esté tu empresa cuando la crisis haya pasado.

Para empezar, establece un horizonte de tiempo apropiado en el que centrarte. Pueden ser tres meses, incluso uno o dos años a partir de ahora. Elige una fecha en la que estimes el final de este punto de inflexión. Con esta fecha en mente, piensa en cómo quieres que se vea tu empresa en términos de:

Productos y servicios.

Clientes.

Finanzas.

Colaboradores.

Marketing.

Por ejemplo, puedes decidir que quieres que tu empresa vuelva a la normalidad, que una vez pasada la crisis, proporcionarás los mismos productos y servicios, y que seguirás, de la misma manera, atendiendo a los mismos clientes. O puedes introducir cambios en tu método de entrega, cambiar los productos o servicios que ofrecerás o los tipos de clientes que tendrás, ya sea por necesidad u oportunidad de expansión y mejora.

Piensa en tus colaboradores. Considera si mantendrás los mismos puestos que tienes actualmente, si harás cambios en la forma de contratar o si harás algo diferente dentro de la estructura de gestión.

Este es un ejercicio de proyección. Estás pensando en cómo quieres que funcione tu empresa, por lo que necesitarás ver más allá de la crisis, para ver cómo serán las circunstancias. Puede que tengas que considerar múltiples escenarios.

  1. Crea una estrategia para tu futuro a corto plazo

La experiencia de una crisis suele incluir un período de incertidumbre, ajuste y transición. Si este es el caso, vas a necesitar algunas estrategias a corto plazo para dar respuesta a cualquier incógnita. Es vital que tengas la perspectiva de tu visión a largo plazo (que creaste en el paso 4), antes de considerar estrategias a corto plazo. Deberás estar seguro de que las decisiones a corto plazo que tomes te llevarán hacia esa visión, o al menos no te impedirán llegar a ella.

Debido a que tu plan a corto plazo debe tener en cuenta la imprevisibilidad y la dependencia de factores externos, tendrás que idear una serie de desencadenantes y acciones. No puedes predecir el futuro, pero puedes rastrear las métricas que te ayuden a tomar decisiones.

En este paso, desarrollarás una serie de desencadenantes que te dirán cuándo tomar ciertas acciones.

Un desencadenante puede ser una fecha, una métrica o algún evento externo. Por ejemplo:

Fechas: establece una fecha específica para observar varias métricas de ventas y producción.

Métricas: Establece una métrica específica, como un número de ventas, que dicte la acción sin importar cuándo se alcanza ese número.

Eventos: Identifica un evento externo que pueda anticiparse razonablemente, como una regulación gubernamental o un cambio en las circunstancias actuales.

Para cada desencadenante, planifica acciones en respuesta.

Este es un gran momento para realizar una tormenta de ideas que ayudará en la gestión de la crisis. Ten en cuenta estas cosas mientras trabajas en tu estrategia a corto plazo:

Todos los involucrados en este proceso deben tener claro su objetivo futuro, es decir: el resultado que imaginaste en el paso 4.

Las acciones deben estar siempre en línea con tus valores y tu marca.

Las acciones deben llevarte lo más cerca posible del resultado que quieras conseguir. Si tienes que dar algunos pasos «hacia atrás», plantéalos de tal manera que conduzcan finalmente hacia tu visión.

Este es un momento para ser conservador. La naturaleza misma de una crisis es una incógnita. El propósito de este paso es ayudarte a tomar decisiones racionales en lugar de emocionales.

Este es un proceso de toma de decisiones. La idea es hacer un plan proactivo por adelantado, para que puedas tomarlas basándote en la métrica y no en las emociones. Requiere que tomes decisiones sobre los gastos, el personal, la producción y la entrega, según las circunstancias actuales y cambiantes.

En las crisis, la gente a menudo entra en modo de supervivencia. Es realista, pero siempre actuamos de mejor manera unidos que separados, y como líder empresarial, también eres líder de tu comunidad. Este es un gran momento para que seas un recurso, en lugar de un acaparador de recursos. Es un momento para ser útil y apoyar a los demás, y esto incluye a tus competidores. Así que comparte tus recursos e ideas. Esta puede ser la primera crisis a la que te enfrentas, pero no será la última. La forma en que actúes ahora importa. Tienes la oportunidad de levantar e inspirar a tu comunidad.

Si deseas una versión impresa de este plan de cinco pasos sobre cómo gestionar una crisis, con consejos, definiciones y hojas de trabajo, descarga la Guía Àgora Coaching para Gestionar una Crisis.

Y si sientes que ahora es el momento indicado para beneficiarte de la claridad, la perspectiva y el apoyo de un Coach, en Àgora Coaching estamos para ayudarte y podemos hacerlo. Podemos conseguir que aprendas a gestionar una crisis.

Plan de crecimiento de tu empresa

Si eres como todos los empresarios con los que hemos trabajado a lo largo de los años, sabemos que probablemente dejaste un trabajo y creaste tu propia empresa estimulado por el sueño de cómo transformaría tu calidad de vida. Es lo que te inspiró a elegir el camino empresarial y lo que te motivó a mantenerte en él cuando las circunstancias estaban en contra. Puede que, después de un tiempo viviendo abrumado y con la carga de mantener tu empresa en activo, hayas olvidado tus motivaciones y sueños iniciales. En este post trataremos la forma de desarrollar un plan para el crecimiento de tu empresa.

La perspectiva de un nuevo año entrante reaviva, para algunos las ilusiones iniciales, pero para otros, consigue exactamente lo contrario, despertando el temor de otro año salpicado por la ansiedad. La única forma de hacer realidad los sueños para tu empresa es comenzar el nuevo año con un plan basado en objetivos, con el fin de lograr el crecimiento de tu empresa.

Entonces, ¿cuáles son tus objetivos para el próximo año?

Si aún no has desarrollado un plan, ahora es el momento. Sí, es cierto que, desde ahora hasta el final de año, las distracciones pueden ser muchas, pero tu única oportunidad para obtener los resultados que quieres, es hacer un balance de tu empresa, pensar en los sueños que esperas desarrollar y traducirlos en objetivos que realmente puedas alcanzar.

¿Cómo? Creando un Objetivo Estratégico para cada meta, usando un proceso claro de tres pasos.

  1. Crear una visión para tu empresa.

Si quieres que tu empresa crezca, necesitas desarrollar una visión, ya sea una sola meta que quieras alcanzar en el próximo año, o una que esperas alcanzar dentro de varios años. La visión construye una sólida base para la empresa. La clave para tener una visión o meta de éxito es que suene de forma excelente para ti mismo. Si se trata solo de una idea en la cabeza (creada porque sabes que lo necesitas o piensas que es una buena idea), probablemente no acabará resultando como esperas.

Para este primer paso, piensa en un objetivo que quieras alcanzar el próximo año. No dejes que el «no saber cómo» te detenga. En el momento en que fijas ese límite, empiezas a pensar: «Bueno, no podré hacerlo» o «¿Quién soy yo para hacerlo?» Es crucial que en este paso te des permiso para imaginar. La idea de cómo cumplir tu sueño vendrá más adelante.

Como ejemplo, voy a reflejar el caso de un cliente nuestro, Pedro. En ese momento, Andy tenía una empresa de jardinería en Girona, Catalunya. Estaba frustrado porque no tenía reconocimiento de marca y no podía hacerla crecer.

«Si realmente pudieras tener tu empresa a tu manera, ¿cómo sería?», le pregunté.

«Bueno, me gustaría cambiar el tipo de trabajo que estamos haciendo. Me gustaría tener más clientes que busquen proyectos personalizados únicos, diseños de paisajes a gran escala, como los que se ven en la Feria del diseño de jardines.»

«¿Qué es la Feria del diseño de jardines?»

«Oh, es un evento anual que se realiza en Madrid, para los diseñadores profesionales y el público en general. Es una calle entera de casas de lujo únicas, rodeadas por paisajes increíbles. Siempre he querido crear el paisajismo de, al menos, una casa. Sería un gran marketing. Pero es caro. Nunca he podido conseguir el dinero por adelantado».

Le interrumpí un momento…

¿Ves lo que Pedro hizo en ese momento? Pensó en un excelente objetivo, que le ayudaría con sus deseos de crecimiento de su empresa, le daría más visibilidad y le ayudaría a encontrar nuevos clientes, pero luego lo descartó inmediatamente. ¿Por qué? Porque no es un objetivo fácil, y dejó que el «no saber cómo» se interpusiera en su camino.

Alcanzar un objetivo retador requiere de alguna estrategia, que comienza por desglosar el objetivo en cada uno de los Siete Sistemas Esenciales, para que pueda ver las necesidades sistémicas completas y lo que se necesitará para satisfacer esas necesidades.

  1. Compara tu empresa hoy con tus metas para el futuro.

Sin una idea de en qué punto se encuentra exactamente tu empresa, es difícil gestionarla de la manera adecuada. Establecer una realidad de referencia te ayuda a ver el punto de partida y a considerar donde te encuentras en el camino hacia la consecución de tu objetivo. Si tienes múltiples objetivos a alcanzar en el nuevo año, deberás aplicar este mismo proceso con cada uno de ellos.

Esta fue la respuesta que le di a Pedro:

«Creo que tu visión de participar en la Feria del diseño de jardines es un gran objetivo. Antes de descartarlo por razones financieras, veamos tus sistemas y lo que realmente necesitas hacer para lograrlo. Tienes clara la visión, pero ¿tienes alguna experiencia diseñando este tipo de proyectos como los que se presentan en la feria?»

«Sí, yo trabajé en la jardinería de unas cuantas casas cuando trabajaba para otra empresa.»

«Bien, es un comienzo. Ya sabes lo que se necesita. Ahora, ¿cómo estas organizado? ¿Cómo es tu equipo?»

Juntos, pasamos por cada uno de los Siete Sistemas:

  • Liderazgo
  • Marketing
  • Finanzas
  • Gestión
  • Cumplimiento del cliente
  • Conversión de liderato
  • Generación de liderato,

Al final, Pedro tenía una clara comprensión de la situación de su empresa. Además de hacer un balance, también aclaró la suposición de que no tenía el capital para iniciar el proyecto. Resulta que sí lo tenía, pero se necesitaban ciertos cambios.

  1. Diseñar un plan enfocado en la meta.

Una vez que hayas identificado tu objetivo y en qué punto del camino te encuentras para alcanzarlo, podrás determinar lo que necesitas para llegar a él.

  1. Vuelve a Los Siete Sistemas Esenciales y calcula tus necesidades para cada uno de ellos. 

Dependiendo de tu objetivo, algunos de los sistemas tomarán más atención que otros.

Para Pedro, el proyecto de la Feria del diseño de jardines necesitaba su propia campaña de promoción, presupuesto y equipo. Aquí hay una lista de preguntas que abordamos mientras elaboraba su plan:

Liderazgo

  • ¿Tienes clara la visión?
  • ¿Cuál es tu papel en este proyecto?

Marketing

  • ¿Qué material de marca necesitas crear?
  • ¿Cuánto marketing hará la organización que dirige el evento?
  • ¿Hay alguna restricción en cuanto a cómo puedes comercializar tu participación?
  • ¿Quién es tu cliente más probable? ¿Qué tienen en común con el público que asiste a este evento?

Finanzas

  • ¿Cuánto va a costar hacer esto?
  • ¿Quién va a crear y supervisar el plan de presupuesto?

Administración

  • ¿Quién va a ser responsable de crear la propuesta de proyecto? ¿Qué hay del equipo del proyecto?
  • ¿Quién va a dirigir la iniciativa?
  • ¿Qué pasos hay que dar para encontrar el tipo de persona adecuada para dirigirla?

    Cumplimiento del cliente

  • ¿Cómo es el servicio al cliente con este objetivo?
  • ¿Cuál es el resultado final al que aspira y cómo puede medir su éxito?

Conversión de clientes potenciales

  • ¿Sabes lo que cuesta producir una venta?
  • ¿Cuántas ventas necesitas?
  • ¿Qué meta de ventas tienes, y cómo llegaste a ella?
  • ¿Está documentado tu sistema de conversión de clientes potenciales?

    Generación de clientes potenciales

  • ¿Qué canales de generación de clientes potenciales representan mejor tu marca?
  • ¿Qué canales son los más efectivos para esta campaña y por qué?
  • ¿Cuáles son los mensajes que realmente comunican? ¿Es ese el mensaje que quieres dar? ¿Es ese el mensaje que te ayudará a acercarte a hacer realidad tu objetivo y tu sueño?

Para cuando hubimos completado el proceso del Objetivo Estratégico para esta meta, Pedro había respondido a las preguntas más difíciles y podía ver todo lo que se precisaba para lograr su sueño. Se dio cuenta de que, para implementar un plan que hiciera crecer su empresa, era preciso contar con todo su equipo y añadir un coach o consultor.

Ahora es tu turno. ¿Cuál es tu visión para tu empresa a finales del próximo año? Piensa en algunas metas soñadas que te gustaría cumplir y trabaja en tu objetivo estratégico para cada una de ellas. Y si quieres llevar tu planificación al siguiente nivel, no te pierdas nuestra nueva guía: Su Plan Anual para el próximo año.

Alcanzar tus objetivos de empresa

Puedes lograr cada uno de tus objetivos de negocio, lo fundamental es saber crear un plan sólido. Para ello te proponemos nuestro «Plan anual 2021».

Cuando se acerca el fin de año es inevitable pensar en el futuro, ¿qué sucederá el próximo año? En esos momentos imaginamos lo que nos gustaría que fuera diferente. Pero la única manera de asegurarse de no volver a cometer los mismos errores, es pensar en el presente como en una inversión a futuro. Llevar a cabo un plan de negocio conciso y concreto para lograr los objetivos marcados.

Cualesquiera que sean tus sueños para tu negocio en el 2022: aumentar las ventas, mejorar la retención de clientes o crear un equipo de alto rendimiento (por mencionar algunos de los más habituales), puedes hacerlos realidad. Sólo tienes que aprender a transformar tus sueños en metas definidas y a priorizar tu camino para alcanzarlas. Nuestra guía: «Tu Plan Anual 2022» puede ayudarte.

En esta guía encontrarás:

  • Herramientas para ayudarte a identificar y a priorizar tus objetivos para el 2022.
  • Un esquema para establecer medidas prácticas que te ayuden a lograr esos objetivos.
  • Consejos para asegurar que tu negocio se adapte a los cambios inesperados.

Maximiza el valor de tu empresa

¿Quieres obtener el máximo valor de las inversiones de tu negocio? Aprende con Ágora coaching y maximiza el valor de tu empresa.

El primer paso para maximizar el valor de tu empresa es definir lo que el propio valor significa para ti: ¿tener un sentido de logro personal o de pertenencia? o ¿construir un legado que puedas transmitir con éxito de generación en generación? Sea lo que sea, necesitas tomar decisiones financieras que se ajusten a tu definición de valor. Y para ello se necesitan los sistemas adecuados.

Nuestra guía «Maximiza el valor de tu empresa» puede ayudarte. Aprenderás cómo optimizar tus activos, minimizar tus pasivos y agregar un enorme valor a tu negocio.

En esta guía, construirás estrategias a corto y largo plazo para:

  • Optimizar tus ingresos administrando tus entradas y salidas de efectivo
  • Determinar una cantidad apropiada de deuda a tener y su potencial retorno de inversión
  • Desarrollar sistemas comerciales más eficientes para reducir los gastos y las vulnerabilidades

Cinco conceptos erróneos sobre Coaching Empresarial

A menos que hayas tenido una experiencia personal concreta, el Coaching empresarial es probablemente algo misterioso. ¿Los Coaches llegan y solucionan los problemas de tu empresa? ¿Sólo están ahí para motivar y apoyar, o se involucran plenamente en tu proyecto? En nuestros más de 20 años trabajando nuestro modelo de Coaching Empresarial a empresarios para que alcancen el éxito, hemos aclarado muchas dudas sobre lo que es y lo que no es el Coaching.

Esto son cinco de los conceptos equivocados más comunes que hemos visto:

  1.  El coaching es sólo para empresas en quiebra.

Esta idea es completamente errónea porque puede llevar a muchos propietarios de empresas estables (y rentables) a alejarse del Coaching, pensando que no tienen nada que ganar con ello. El Coaching no es sólo para empresas de riesgo, cuyos dueños están en un constante estado de agobio. También puede convertir una buena empresa en una gran empresa. De hecho, si nos fijamos en muchas de las empresas cuyos propietarios acaban de empezar como clientes de Ágora Coaching, podría decirse que son grandes empresas. Son incuestionablemente exitosas de alguna manera. Tal vez el empresario ha trabajado diligentemente para construir una empresa que genere ganancias y que no dependa de él. Tal vez tienen empleados válidos y clientes leales. Sin embargo, ellos también se enfrentan a otros desafíos. Por supuesto algunos propietarios acuden a la asesoría para sacar adelante una empresa con dificultades económicas, pero otros tienen empresas estables que se encuentran en un punto de estancamiento. El Coaching puede ayudar a cualquier empresario cuya empresa aún no ha llegado a ser lo que le podría llegar a ser.

  1. El Coaching empresarial es una terapia.

Los propietarios de empresas se acercan al Coaching empresarial como una forma de mejorar su empresa. Pero la forma en que funciona una empresa es el reflejo de las decisiones que toma el empresario-propietario. Para que tu empresa cambie, necesitas cambiar tú mismo; es un trabajo interno, guiado por un mentor. Así que tiene sentido que la gente a menudo cometa el error de pensar que los Coaches de empresas son más o menos terapeutas. Gran error.

Para tratar a un paciente, un terapeuta necesita ser distante y objetivo, mirar al individuo desde fuera. Pero un cliente no es un paciente. Y un Coach, según la definición de Ágora Coaching, no se queda objetivamente en el exterior. Un Coach necesita estar al lado de sus clientes empresarios para guiarlos a través de sus desafíos, para ver lo que pueden hacer a fin de impactar en la rentabilidad o el crecimiento de su empresa. Los Coaches y los empresarios necesitan hablar un lenguaje común, sin acrónimos o jerga. El Coach precisa una conexión personal, ser curioso e involucrarse, pero sin estar inmerso, sin llegar tan lejos en la tutoría que no pueda ver la imagen completa con claridad. Para ayudar a su cliente, el Coach tiene que ser lo suficientemente subjetivo para conectar y entender, pero mantener la suficiente objetividad para ver e iluminar el camino que un empresario necesita tomar.

  1. Un Coach empresarial es simplemente un animador optimista.

No es el trabajo de un Coach empresarial observar y animar a sus clientes. Claro que puede hacerse, y nos encanta hacerlo cuando los propietarios hacen grandes progresos en sus planes de desarrollo, pero el Coaching trata primero sobre la responsabilidad. Y, mientras que los Coches siempre quieren motivar y ofrecer una retroalimentación positiva, su papel clave es ver y reflejar lo que sus clientes necesitan hacer para crecer y mejorar en sus empresas, incluso (especialmente), cuando no son cosas agradables.

  1. Un Coach empresarial hace el trabajo por ti.

Si un propietario llega pensando que su Coach va a hacer el trabajo duro, se dará de bruces con la realidad. El corazón del Coach es la transformación y el cambio, pero el trabajo para lograrlo tiene que venir del propio empresario y de su equipo.

Los Coches están interesados en ayudarte a crear una empresa próspera y una vida más satisfactoria, lo que es un ejercicio de paciencia para todos los involucrados. Para que este cambio sea duradero y productivo en tu empresa, tienes que aprender a hacer todo por tu cuenta. 

Para ser honestos, es difícil de llevar a cabo, especialmente cuando encontramos una solución de empresa realmente interesante. Pero en el Coaching empresarial no se trata de resultados inmediatos, sino de llegar a esos resultados de una manera progresiva. Si un Coach hace todo el trabajo por ti, no obtendrás buenos resultados. Si estás buscando tu propia solución al problema, si estás condicionado tácticamente a ella, la usarás. Si no, la solución será algo aislado. El Coach va mucho más allá de la simple respuesta; el Coach te lleva a vivir esa respuesta.

  1. El Coaching empresarial es una solución rápida.

El coaching empresarial es como cualquier otro tipo de coaching: un proceso de desarrollo. Piensa en un entrenador de béisbol. Si tienes dificultades para golpear la pelota, tu entrenador no puede simplemente entrar y decir: «hazlo de esta manera y acertarás». Para lograr su objetivo, deberá tomar las medidas necesarias. Necesitarás cambiar tu postura, sostener el bate de manera diferente, trabajar diferentes músculos… Necesitarás practicar. El Coaching empresarial no es muy diferente. Lleva tiempo.

En el Coaching empresarial, estudiamos toda tu empresa, lo que supone mucho trabajo. Algunos propietarios tienen empresas jóvenes que necesitan una estructura para sobrevivir. Otros tienen empresas con más recorrido, empresas construidas con hábitos y creencias diferentes a los que ahora necesitan. Cualquiera que sea tu empresa o tus desafíos como líder, para cambiar necesitas aceptar lo que es una realidad hoy en día. Si trabajas en ello, verás resultados desde el primer día, e impactos duraderos en el camino que te sorprenderán.

Cómo gestionar tu tiempo

La clave para el equilibrio entre el trabajo y la vida privada es entender cómo gestionar tu tiempo. El registro diario de tiempo de Ágora Coaching te ayudará a encontrar dicho equilibrio.

¿Cuántas veces has empezado el día con objetivos e intenciones claras y acabas desviándote con un millón de pequeñas tareas e interrupciones? Si eres como la mayoría de los empresarios, la respuesta es probablemente, «bastante a menudo». Pero aprender a manejar tu tiempo de manera efectiva y crear un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, implicará decir «no» más a menudo.

Al usar nuestro registro de tiempo diario todos los días durante una semana, podrás darte cuenta en qué inviertes realmente tu tiempo, de tal manera que puedas identificar dónde necesitas establecer unos límites más claros para comenzar a recuperar tu tiempo.

Lo que aprenderás:

  • Cómo el seguimiento de tu tiempo puede ayudarte a gestionarlo de la mejor forma posible.
  • Diferencia entre trabajo estratégico y trabajo táctico; en cuál deberías centrarte.
  • Cómo clasificar tus actividades diarias para tener una idea más precisa de cómo distribuyes tu tiempo.

Diseña tus sistemas de gestión empresarial

Con el objetivo de que todo cambie, necesitarás aprender a diseñar tus propios sistemas de gestión.

Todos sabemos que una empresa necesita métodos para poder ofrecer resultados consistentes y confiables. Pero ¿sabes qué sistemas necesita tu empresa?

Tenemos buenas noticias. Independientemente del tipo de empresa que tengas o el producto que vendas, todos necesitan de una serie de sistemas que son comunes.

Nuestro e-book «Una Guía para el empresario: transforma tu negocio con sistemas» te enseñará exactamente qué sistemas es necesario desarrollar y su orden de implementación para crear una empresa que funcione.

Entre su contenido encontrarás:

  • Un esquema completo de cada sistema que tu empresa necesita para funcionar como una máquina bien engrasada.
  • Una visión general de las «tres etapas» necesarias para desarrollar o consolidar tu proyecto empresarial.
  • Una clara imagen de lo que los sistemas pueden hacer por tu empresa.

Aprende a gestionar tu correo electrónico

Aprende a gestionar tu correo electrónico

Aprender a gestionar el correo electrónico es fundamental. Continúa leyendo para conocer tres simples pasos que te ayudarán a optimizar tu bandeja de entrada.

Como propietario de tu empresa eres el punto de contacto principal para todo aquel que quiera ponerse en contacto con ella. Así que no hay duda de que tu bandeja de entrada es una constante distracción, incluso puede convertirse en un agobio. No importa lo diligente que seas en la administración de tu correo electrónico, los mensajes se podrían acumular rápidamente. Aquí van buenas noticias: hay una manera sencilla de organizar tu bandeja de entrada para que gestiones de la mejor forma posible tu correo electrónico.

Lo llamamos «las tres A».

Para empezar, crea tres etiquetas o rótulos para tu bandeja de entrada: Archivar, Actuar o Asignar. La clave para que este proceso funcione es no cerrar nunca un correo electrónico sin clasificarlo. En el momento en que abras un correo, etiquétalo y sigue el procedimiento para sacarlo de tu bandeja de entrada en ese mismo momento.

Archivar

A pesar del estrés de examinar cientos de correos electrónicos, muchos somos reacios a borrarlos. ¿Qué pasa si necesito el mensaje más adelante? Si lo borro, me olvidaré de él. Una carpeta de archivo funciona como una carpeta de basura, pero con una red de seguridad. Los mensajes archivados seguirán siendo accesibles y se podrá buscar en ellos sin obstruir la bandeja de entrada. Con este sencillo paso podrás ver de forma clara tus elementos prioritarios. En resumen, si recibes un correo que no tenga respuesta inmediata, trasládalo a tu Archivo.

Actúa

Los correos electrónicos en esta categoría son tus «cosas por hacer». Una vez que clasificas un correo electrónico, aplica la «regla de los 2 minutos». ¿Puedes responder el correo en dos minutos? Si es así, hazlo, para posteriormente archivarlo. Si no, ponlo en una lista de tareas, trabaja en él durante el tiempo que consideres y luego pásalo a Archivo. Como último paso, todos tus correos electrónicos deberían terminar en la carpeta de Archivo.

Asigna

Una parte fundamental de ser un buen líder es aprender cómo y cuándo delegar. Cuando los mensajes que llegan a tu bandeja de entrada se corresponden con funciones y responsabilidades de uno de los miembros de tu equipo, reenvía y asigna inmediatamente ese mensaje al empleado correspondiente. Y si procede, copia el remitente en el correo electrónico reenviado con una introducción cordial. De esta manera, sabrán con quién contactar en caso necesario. ¿Y luego qué? Efectivamente: Archivar.

Si sigues este sistema de tres pasos, tu bandeja de entrada se convertirá en un espacio más funcional y te proporcionará la claridad que necesitas para estar al tanto de tus mensajes más críticos.

Además, probablemente no seas la única persona de tu empresa que lucha con el desorden del correo electrónico. Una vez que gestiones este sistema con soltura, enséñaselo a tu equipo y comparte cómo ha impactado en la calidad de tu trabajo. También los inspirará a organizarse mejor.

En el próximo artículo de esta serie, veremos cómo organizar un espacio de trabajo que apoye (en lugar de dificultar) tu productividad.

Resuelve tus frustraciones empresariales

Construye los sistemas que necesites para resolver tus frustraciones empresariales y transformarlas   en soluciones con Àgora Coaching.

Tómate un minuto para pensar en todo aquello que te frustra en tu empresa: empleados que no cumplen con sus expectativas, ventas que fluctúan de un mes a otro o procesos que no funcionan; todo esto requiere que tú lo soluciones, por lo que acabas trabajando más de 60 horas a la semana sin una clara perspectiva de mejora.

¿Algo de esto te resulta familiar? Si es así, no estás solo. La mayoría de los empresarios experimentan estas (y muchas otras) frustraciones en su empresa. La buena noticia es que la solución es muy clara: Identificar la causa subyacente de la frustración y desarrollar un sistema adecuado para resolverla. Nuestra guía: «Seis pasos para transformar las frustraciones en soluciones», puede serte de ayuda. Aprenderás a pensar de forma diferente sobre cada desafío empresarial específico y a crear un plan para solucionarlo.

En esta guía, descubrirás cómo hacerlo:

  • Identificarás las tres formas en que nos relacionamos con las frustraciones y cómo traducir cada una de ellas en una oportunidad de mejora.
  • Identificarás, clasificarás y encontrarás la causa subyacente de cada uno de tus principales desafíos.
  • Aprenderás a diseñar e implementar una solución de sistema

Manual de gestión del tiempo para empresarios

Para un empresario, «organización» no significa solo llevar un calendario diario. Significa saber llevar a cabo una buena gestión del tiempo y crear el ambiente que se necesita (mental y físicamente) para trabajar con su empresa en vez de en ella.

Nuestro ebook – El Manual de Gestión del Tiempo – te puede ayudar. Ofrece una visión completa de las siete habilidades clave que necesitas para hacer crecer tu negocio y a ti mismo como su líder, así como las mejores herramientas para ayudarte a hacerlo.

Te ayudará a cambiar tu perspectiva sobre cómo piensas acerca de tu tiempo, tu empresa y tu papel en ella.

Dentro encontrarás:

  • Una lista de siete habilidades críticas de administración del tiempo, que todo empresario necesita para organizar y transformar su negocio.
  • 27 herramientas de formación relacionadas con cualquier tipo de empresa y estilo de trabajo.
  • Una serie de preguntas y consejos que te ayudarán a reflexionar sobre tus propios métodos y necesidades, de tal forma que puedas encontrar las mejores herramientas para ti.