Involúcrate en tu proyecto, no te dediques únicamente a trabajar en el.
En Ágora Coaching, involucrarte en tu proyecto y no únicamente trabajar en él, no sólo es el símbolo del cambio de pensamiento que hay que tener para poder crear un negocio que realmente funcione. Es un cambio de perspectiva que tiene todo que ver con reconocer que el propósito de tu vida no es servir diligentemente a tu negocio. El propósito de tu negocio es servir a tu vida.
Este mes, estamos dedicando una serie de blogs a esta idea para ayudarte a entender este poderoso cambio de paradigma a fin de transformar tu negocio y tu vida. El blog de hoy es una introducción, o una reintroducción, a la idea en sí misma.
Entonces, ¿por qué es tan importante que cambies tu forma de pensar para construir un negocio que funcione? volvamos al mito empresarial.
Ágora Coaching dice que, independientemente de cuánto te identifiques con ser un empresario, es un mito que la mayoría de las empresas se comienzas por ellos. Según nuestra definición, los empresarios son personas que entran en el negocio con una visión de lo que quieren crear y que no depende de su propia capacidad para producir resultados.
La mayoría de las empresas, de hecho, son iniciadas por lo que llamamos «técnicos», personas que crean un lugar de trabajo por ellos mismos, y hacen la pésima suposición de que entender el trabajo técnico de su empresa significa que serán capaces de construir con éxito una empresa que haga ese trabajo técnico.
No sólo es la causa principal de la tasa de fracaso de las empresas (la mitad de todas las empresas nunca llegan a su quinto aniversario) sino que deja a los sobrevivientes en modo de supervivencia. Muchos simplemente aguantan. Otros han perdido su pasión.
Aquí hay algunos ejemplos de lo que queremos decir:
Si eres un diseñador gráfico, puedes tener la habilidad técnica para producir una magnífica comunicación visual a través de la tipografía, la fotografía y la ilustración, pero eso no significa que entiendas lo que se necesita para construir un negocio de diseño gráfico que pueda hacer una promesa a sus clientes de manera permanente.
Si eres electricista, puede que seas técnicamente competente para cablear un edificio del tamaño de la Torre Sears en Chicago, pero no significa que sepas nada sobre la construcción de los procesos de marketing, finanzas, gestión, generación de clientes potenciales, conversión de clientes potenciales, satisfacción del cliente o liderazgo que todo negocio de contratación eléctrica necesita.
Si eres un agente de bienes raíces, puedes ser sobresaliente en la representación de clientes que buscan comprar o vender una casa, pero no significa que estés preparado para crear una empresa de bienes raíces que pueda alcanzar el éxito.
Si eres un técnico de corazón, no sólo te apasiona el producto o el servicio que ofreces, sino que eres realmente bueno en lo que haces y, desde el día en que comenzaste has estado confiando en tu capacidad personal para hacer las cosas, nadie lo va a hacer mejor que tú.
Pero…no es suficiente. Sólo puede llegar hasta cierto punto. Es decir, no puedes evitar sentir el peso de todo lo que precisa un negocio para el que no estás preparado. Tratar de mantenerse al tanto de todo puede ser abrumador. Puedes pasar mucho tiempo trabajando sin sentir que estás llegando a ninguna parte. Es un trágico gasto de tiempo y esfuerzo.
Y no tiene por qué ser así.
El involucrarte en tu proyecto no únicamente trabajar en él, es la forma en que un verdadero empresario piensa. Para el empresario, el negocio funciona sin ellos. Para el técnico, el negocio funciona gracias a ellos.
Para el empresario, el negocio es el producto. Para el técnico, el negocio es un lugar para ir a trabajar todos los días.
Imagina tu negocio como un prototipo para 5.000 más como tú. ¿Qué significaría para tu empresa si tuvieras que enfrentarte al hecho de que no puedes estar en 5.000 lugares a la vez? ¿Cómo tendría que funcionar tu negocio si no pudiera depender de ti para producir resultados?
Para responder a estas preguntas, tendrías que empezar a pensar de forma diferente. Tendrías que empezar a imaginar tu negocio como algo totalmente separado de ti. Tendrías que pensar en tu estrategia de negocios, no sólo en las tácticas de tu negocio. Tendrías que imaginar cómo funcionaría tu negocio, no sólo trabajar a secas. Tendrías que imaginar cómo se vería y funcionaría cada proceso para darle a tu cliente la experiencia deseada. Tendrías que pensar en el tipo de personas que necesitarías y la dinámica de empresa que tendrías que crear para reunir a todos en torno a tu visión. Tendrías que imaginar cada sistema que tu equipo necesitaría para crear efectivamente una experiencia excepcional para el cliente.
De eso se trata involucrarte en tu negocio, no únicamente trabajar en él. Crear una empresa que funcione de manera consistente, rentable y autosuficiente es un trabajo duro y muy gratificante. Es el tipo de trabajo que te pondrá a prueba y te mostrará de lo que realmente eres capaz. Es un trabajo que puede hacer posible que, con el tiempo, te rodees de las personas adecuadas, un equipo que puede ofrecer una experiencia excepcional al cliente con el apoyo de tus propios sistemas y procesos.
Una vez que tu negocio no dependa de ti para hacer cosas como generar clientes potenciales, convertirlos en ventas, entregar tu producto o servicio, administrar tu dinero, impulsar el crecimiento, hacer un seguimiento de tus métricas, desarrollar a tu gente, tratar a tus clientes de forma adecuada, innovar para mantenerse al día con las cambiantes preferencias de los clientes y la competencia, o incluso liderarlo si así lo deseas, estarás bien encaminado hacia la libertad.
La libertad de contribuir a tu negocio manera satisfactoria. Libertad para generar un ingreso que apoye la vida por la que has trabajado tan duro. Libertad para dejarlo cuando estés listo, confiando en que está en buenas manos o libertad para venderlo a un precio superior.
¿No es eso lo que realmente deseabas cuando decidiste formar una empresa por ti mismo?
Echa un vistazo a los otros blogs de esta serie:
- ¿Cómo va el negocio? Depende del sombrero que lleves puesto.
- Cómo trabajar en él mientras se trabaja en él.
- El tiempo que necesitas está ahí: Así es como se encuentra.
- Cuando llevar bien tu negocio se siente mal.
- Tu producto no es lo que tú crees que es.
- La historia de Sam: El problema de tener todas las respuestas.
- Cómo dejar de sentirse abrumado y tomar el control de tu negocio.
- ¿Cuál es tu verdadero trabajo en la empresa?