¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir: «No soy una persona que se le de bien el dinero»? ¿Alguna vez has sido tú esa persona? Es una expresión común y una afirmación en la que se suele caer cuando estás estudiando hojas de cálculo llenas de números y fórmulas. Pero es tan solo una frase, una actitud, que en última instancia es improductiva y te impide llevar tu empresa al siguiente nivel.
La verdad es que mucha gente desearía poder ignorar el hecho de que el dinero es la sangre que bombea a través de cada rincón de la empresa. Mantiene las luces encendidas. y, con suerte, paga los salarios que mantienen a los colaboradores, teniendo una calidad de vida de la que se sientan orgullosos. Incluido tú.
Si te paras a pensarlo, no hay ninguna parte de tu empresa en la que el dinero no esté presente de alguna manera. Por ejemplo, el servicio de atención al cliente. Es fácil reducirlo a llamadas telefónicas, correos electrónicos y guiones, y pensar que no tiene nada que ver con las finanzas. Pero ¿en qué beneficia a tu empresa el hecho de crear una experiencia increíble para el cliente? ¿Estás fidelizando a los clientes con esta experiencia? ¿Qué valor tiene esto para ti y para tu empresa? Para entender mejor el dinero, hay que indagar con el objetivo de ver los impactos e implicaciones reales que el dinero está produciendo en cada área de tu empresa.
Puede convertirse en algo realmente difícil de conseguir si eres alguien que no se centra de manera asidua en la parte financiera de tu empresa. Tal vez lo que te impulsa está teniendo un impacto en tu comunidad local, o creando un legado que va más allá de ti, o tal vez se trata de una pasión por crear un producto o servicio específico. Sean cuales fueren esos otros impulsores, el dinero siempre termina jugando un gran papel. Aumenta tu capacidad de impacto en tu comunidad, establece el alcance del legado que estás creando, te permite invertir aún más en el desarrollo de un producto y revoluciona tu industria.
Aquí hay algunas cosas importantes en las que pensar mientras buscas la motivación para cambiar tu relación con los números:
Las personas que tienen dinero acaban dirigiendo las empresas con más éxito. No hay garantía de que tu empresa prospere solo porque aprendas a interpretar los estados financieros. Pero, sin esta habilidad en tu arsenal, estás luchando una batalla perdida. Puede que pienses: «Esto tiene sentido para la gente de una empresa financiera, pero claramente, esto no se aplica a mí… yo soy un contratista (o un médico, o un ingeniero…)». La verdad es que no importa en qué industria te muevas. Hay muchos músicos que han construido imperios porque entendieron su empresa desde una perspectiva financiera. Y, de igual manera para ti, puede ayudarte a crear una empresa capaz de convertir tus sueños en realidad.
Cuando dejas de preocuparte por el dinero, te liberas. Cuando te escondes detrás de la máscara de no ser «una persona que le dé importancia al dinero», a menudo causa el efecto opuesto al que pretendes: tu falta de comprensión no disminuye tu ansiedad, sino que la aumenta. No estar al tanto de tu situación financiera es lo que perpetúa el ciclo de tu miedo al respecto. Te preocupas constantemente por si tendrás suficiente dinero para cubrir tus gastos el próximo mes. No sabes si tendrás suficiente dinero para pagar tus impuestos este año. Imagina que dedicas toda esta energía que consumes en esas preocupaciones y la pones al servicio del marketing o del desarrollo de productos de tu empresa. ¿De qué manera mejoraría tu empresa?
Tomarás mejores decisiones a largo plazo y evitarás el efecto «ping-pong». Cuando tengas una sólida comprensión de tu rendimiento financiero y tu impacto en todas las partes de tu empresa, automáticamente empezarás a tomar mejores decisiones. Sin esta perspectiva, te encontrarás demasiado a menudo haciendo la mejor suposición basada en lo que sabes o sientes. No es que las corazonadas no sean importantes, pero confiar demasiado en ellas da como resultado el efecto «ping-pong» que probablemente te resulte familiar: aumentar tu personal demasiado rápido y luego tener que despedirlo, invertir en un nuevo software para tu empresa y luego abandonarlo meses después cuando te das cuenta de que no puedes hacerte con él. Todos estos desafortunados eventos tienen un serio impacto financiero y emocional en ti, en tu equipo y en tu empresa en general.
No obstante, la mejor noticia es que no importa cuánto tiempo te hayas estado escondiendo de tus finanzas, todavía tienes la opción de cambiarlo. Se trata de saber si estás listo para tomar el control de tu futuro financiero o si quieres seguir sintiéndote víctima de él. Con las herramientas adecuadas, puedes cambiar tu relación con el dinero, y los resultados vendrán después. El desafío es superar estas creencias y decir: «Ahora me siento totalmente preparado para abordar con éxito el tema financiero de mi empresa».
¿Cuáles han sido tus dificultades para entender las finanzas de tu empresa? ¿Dónde estás atascado ahora mismo? ¿Qué estás haciendo para cambiar esta situación?